DIARIO LA RIOJA

El Ayuntamiento aprueba la modificación inicial del plan tras la ampliación de 11.576 metros en el 2013, reajustando volúmenes y distancias y a la espera del nudo de Vara de Rey

Un paso decisivo para rematar la fase 1 del soterramiento desde el nudo de Vara de Rey al final de la avenida de Lobete que llega tras años de idas y venidas y no poco retraso. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Logroño aprobó ayer inicialmente la modificación del PERI Ferrocarril, que reordena un total de 225.231 metros cuadrados de suelo liberado por el proyecto de integración del tren a su paso por la capital de La Rioja –incluyendo los 11.576 ampliados en el 2013 entre la actual Marqués de Larios y la futura Miguel Delibes–.

La nueva ordenación, que varía la aprobada en el 2009 atendiendo fundamentalmente a la solución dada para el nudo de Vara de Rey con el nuevo túnel entre Duques de Nájera y Miguel Delibes, reajusta volúmenes y distancias entre un total de 12 edificios –en otras tantas parcelas residenciales– que significarán la construcción de 1.200 viviendas y organiza espacios libres públicos (parques, jardines y zonas de recreo), obras ferroviarias, nuevas infraestructuras como la estación de autobuses –cuyos trabajos siguen su curso– y nuevos viales.

El citado plan especial de reforma interior, diseño del arquitecto Iñaki Ábalos, aumenta sus aprovechamientos en 7.000 metros cuadrados/techo –fruto de la mencionada ampliación del área de actuación, lo que permitirá, en palabras de la alcaldesa, Cuca Gamarra, «un mejor y más equilibrado reparto de edificabilidad en torno al parque Felipe VI y las estaciones de trenes y autobuses»–.

Así, en la zona oeste, la propuesta contempla dos edificios simétricos de planta baja más 11 alturas y ático, uno a cada lado de Miguel Delibes en el entorno del nudo de Vara de Rey que sustituyen a los que anteriormente se ubicaban a un lado junto a los edificios del 2, 4, 6 y 8 de Duques de Nájera. La alcaldesa destacó su alejamiento hasta 23,8 y 29,9 metros cuando en principio la distancia era de 18 y 22 metros obviando, eso sí, la oposición que sigue provocando entre algunos vecinos.

También en la zona oeste, pero al sur, fruto de la ampliación del PERI con una franja de terrenos en Marqués de Larios, se ubicarán tres bloques –nuevos– de baja más 6 alturas. Fuera –aunque afecta– quedaría el futuro bloque previsto en la actual subestación eléctrica de Cascajos, cuyo traslado se sigue negociando. El que se mantiene, también, es el edificio dotacional previsto inicialmente en la zona, aunque modificado.

Ya en el centro de la actuación se mantienen las cinco torres de baja más 21 alturas –tres al oeste de avenida de Colón y dos al este, junto a avenida de Lobete–, cuya modificación se limita a su reorientación por criterios de soleamiento y perspectiva visual.

En la zona este, donde en el 2009 se proyectaron cinco bloques –uno de ellos que aglutinaba la edificabilidad entre Lope de Toledo y Eliseo Pinedo–, desaparecen tres de los pequeños y se apuesta por modificar las tipologías residenciales pasando a dos grande bloques –uno a cada lado de la conexión Lope Toledo-Juan Boscán– ‘aterrazados’ de baja más 8.

La tramitación abre la posibilidad de vender terrenos a final de año

La tramitación administrativa de los cambios abre la posibilidad, si bien se antoja como algo improbable, de enajenar los terrenos a finales de año. O a principios del siguiente. Modificado definitivamente el PERI, en cualquier caso –ahora saldrá a exposición pública para su posterior aprobación provisional, elevación a la COTUR y, finalmente, ratificación en pleno–. Así lo dejó caer la alcaldesa, aunque dejándolo todo en manos de LIF 2002.

A la modificación le seguirá la desafectación de los terrenos que antes eran parte del sistema de infraestructuras ferroviarias –están liberados parte de los mismos, pero no todos– y, solo entonces, se podría iniciar su venta… a la espera, eso sí, de su urbanización.

Todo dependerá, por tanto, de la agilidad de la Administración pública en todo el proceso y, al mismo tiempo, del calendario que establezca la sociedad ‘Logroño Integración del Ferrocarril’ 2002 tras una nueva valoración.

Gamarra, en todo momento, destacó que la solución que ayer empezó a tramitarse «cuenta con un alto grado de acuerdo entre los grupos municipales –PP, PSOE y Cs– y tiene en cuenta la opinión de los vecinos».