Diario La Rioja

La ‘guinda’ de la nueva puerta de la ciudad

La estructura, de 780 toneladas, sobre la que irá un parque de 3.000 metros, obliga a cerrar parte de Colón desde mañana

La ciudad va rematando una de las obras en la que más se ha empeñado –en varios sentidos, en afán, trabajo y dinero– durante varios lustros. Aún quedan cosas pero la colocación de la cúpula es una especie de ‘guinda’ a la nueva puerta de Logroño, aquella por la que entrarán muchos de los que nos visitan, tal y como lo ha ido planteando el ideólogo de la actuación, el arquitecto Iñaki Ábalos.

Su instalación, con retraso sobre el calendario inicial por unos problemas de ingeniería que requirieron una modificación de cerca de un millón de euros aprobada por fin apenas hace mes y medio, se inicia ahora y tendrá sus efectos sobre la ciuseja dad y sus vecinos en forma de corte de parte de la calle Colón, el tramo entre las estaciones, durante unos meses, prácticamente hasta agosto.

El cierre es ya. Desde mañana. Estos primeros quince días aún podrán pasar peatones por la acera de la estación de autobuses porque las primeras tareas se centran en la de tren y en la marquesina que cubre su puerta de acceso. De hecho, los viajeros del ferrocarril tendrán que usar otra puerta para entrar, una que se abrirá en Lobete.

En dos semanas, el corte será completo. Para el tráfico rodado, el Ayuntamiento recomienda usar recorridos alternativos, como las calles Hermanos Hircio, Juan Boscán y Eliseo Pinedo. A los peatones se les aconpasar por el Parque Felipe VI, el del soterramiento. La parada de taxi que se encuentra frente al acceso principal de la estación del tren, el que se cierra, quedará provisionalmente instalada en la fachada sur, es decir, en la calle Miguel Delibes. Y en lo que a transporte urbano se refiere, la afección principal es a la línea 11, que volverá esta temporada a su trazado inicial por Vara de Rey.

Y todo esto porque, para rematar la intervención, hay que fijar una estructura de acero de 780 toneladas, que sujetará un trozo de parque de más de 3.000 metros cuadrados para unir los dos espacios verdes que ya existen y que sirven de cubierta a los edificios. Para su montaje se emplearán dos grúas, una de 300 toneladas y otra de 200, a la vez que se calcula que la media de operarios que participarán a diario en el montaje será de entre doce y veinte.

Las primeras piezas serán las vigas de conexión con la estructura de la estación de tren. Posteriormente se levantará el anillo central, que quedará apoyado en cuatro torres de apeo centrales y seguidamente se irán encajando las vigas radiales. El proceso de ejecución, izado de estructuras y puesta en carga de las mismas se monitorizará con un sistema de auscultación que compruebe el correcto comportamiento del conjunto.

¿Y así se da por acabada la primera fase? No, quedaría pendiente la solución para el nudo de Vara de Rey, que se desarrolla con otro contrato diferente –con FCC, Compañía de Obras Públicas y la riojana ASBECA por 6.267.945 euros– cuya rescisión se estaría abordando ahora para planear la obra sin el túnel que se había encomendado inicialmente. Y faltaría además la gestión urbanística del suelo residencial resultante y el pago de buena parte de la factura global.